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LENTINI, 2 / PLAZA DE STAGNO - NAVARRO + MASANET arquitectos
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LENTINI, 2 / PLAZA DE STAGNO

 

 

RECONSTRUCCIÓN DEL TEATRO PÉREZ GALDÓS

 

Arquitecto Fernando Navarro y Navarro – Rafael Masanet Faus

Propietario / a  Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

 

Barrio Triana

Sector Urbanístico 03 Vegueta – Triana

Uso original público / cultural

Uso actual público / cultural

Documentación A. H. P.  De L. P.  Expediente sobre reconstrucción del Teatro Pérez Galdós. Ayuntamiento de Las Palmas. Edificios Municipales. años: 1918 – 1928 expediente: 1.1-1.4 legajo 1.

 

Observaciones

En la noche del 28 de junio de 1918 el teatro Pérez Galdós sufrió un devastador incendio que acabó con todo el interior y solo dejó en pie parte de los muros exteriores del edificio. A los pocos días, la corporación municipal, en sesión plenaria, decidió encargar a la oficina técnica municipal un anteproyecto para su reconstrucción. Se requería expresamente que dicho trabajo incluyera todos los progresos y adelantos de la escenografía y los especiales de los edificios teatrales.

A principios del año 1919, Fernando Navarro presenta el anteproyecto para la reedificación del teatro. La comisión de teatro y obras municipales aprobó estos trabajos preparatorios y propuso al alcalde que encargara al arquitecto Navarro la confección del proyecto definitivo, permitiendo la colaboración de otro arquitecto dada la complejidad y celeridad del trabajo. Rafael Masanet Faus, que en esos momentos ya colaboraba con Navarro en el proyecto del edificio para correos y telégrafos, fue el elegido, aunque no pudo firmar los planos porque no pertenecía a la oficina técnica municipal. Junto a ellos participó el ingeniero municipal Rafael Hernández, en aquellos aspectos de las obras que tenían que ver con su especialidad.

El 31 de marzo de 1920, los arquitectos Navarro y Masanet presentan y explican el proyecto a la asamblea reunida en el ayuntamiento en la que, además de los miembros de la corporación, estaban presentes algunas personas de relevancia pública y social de la ciudad, como por ejemplo, Néstor Martín Fernández de la Torre. La prensa del momento recogió el amplio consenso en torno a la calidad del trabajo presentado, y una vez aprobado, el ayuntamiento trató de buscar la empresa que se hiciera cargo de las obras. Se postularon, por un lado, el Gabinete Literario, y por otro, la Sociedad Construcciones y Ferrocarriles, antes Barenys y Puig, radicada en Barcelona. Ambas propuestas se unieron por medio de un convenio municipal y se comenzaron las obras. El director técnico de las mismas fue el arquitecto Isidro Puig Boada, uno de los dueños de la empresa catalana, quien junto a su hermano que era ingeniero, llegó a Las Palmas muy pronto para hacerse cargo de la reconstrucción. Una de las clausulas del contrato exigía la aprobación por parte del ayuntamiento de cualquier modificación de los planos originales. Fernando Navarro, junto al ingeniero Rafael Hernández, se encargó de la supervisar la sujeción de la obra al convenio y emitir los informes correspondientes.

A finales de 1921 se había ejecutado gran parte de la obra de reconstrucción, pero pronto la oficina técnica municipal comenzó a evacuar informes por los problemas de los materiales utilizados que no se ajustaban a la calidad requerida y que afectaba incluso a la seguridad del propio edificio. Los desacuerdos con la compañía constructora además de los problemas económicos, tanto del ayuntamiento como del Gabinete Literario, llevaron a la rescisión del contrato en 1922 con la sociedad catalana.

En 1923, el ayuntamiento se hace cargo de la reconstrucción, nombra una comisión de tres técnicos, dos son los ingenieros y arquitectos municipales -Hernández y Navarro- y el tercero es el arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre, y les encarga los ensayos, resistencias y estudios de las obras. Una vez realizado el informe los técnicos se reúnen con el alcalde y algunos concejales y deciden que se haga cargo de la dirección técnica el arquitecto Miguel Martín. El informe que presenta propone intervenir en tres partes: el muro de la primera crujía divisorio del vestíbulo y Salón Saint-Saëns de la escalera de honor; voladizo de palcos y anfiteatro; y bovedillas y muro de caja de escaleras a Paraíso. Su hermano, Néstor Martín Fernández, realizó todos los elementos decorativos del interior, como pinturas, vidrieras y tallas. Las obras no se culminaron hasta 1928, año en el que fue inaugurado el nuevo teatro.

 

Ver documentos

Ver planos Fernando Navarro y Navarro

Ver planos Miguel Martín Fernández de la Torre

Ver plano Isidro Puig Boada